segunda-feira, 15 de dezembro de 2014

Da série: Releituras sarcásticas


Peço, antes de tudo, perdão a Mário de Sá Carneiro e seus leitores. Com licença...


"Perdi-me dentro de mim
Porque era labirinto
E, hoje, quando me vibro,
É com orgulho de mim."



segunda-feira, 8 de dezembro de 2014

El cazador ahora es la caza...

Bueno, esto le voy a poner en español porque creo que me expreso mejor... curioso como la lengua puede reflejar lo que sentimos...

Estoy tan perdida que no sé por dónde debo empezar... Hace como que una semana estuve en un restaurante y reencontré un ex aluno. Casi no lo reconozco... estaba tan cambiado, tan HOMBRE. (Llevaba gafas y eso me encanta) Salió de la mesa de sus amigos y me vino a saludar. Cambiamos el número de teléfono y por la noche, para mi sorpresa, asistió al concierto de mi amigo. Al salir, de golpe me dio un beso y después mantuvimos contacto vía facebook y wattsapp por unas dos semanas. Hoy, finalmente, he tenido coraje de aceptar una invitación suya para cenar... sí, porque el hombre de gafas es como que diez años menor y pienso que un hombre diez años menor solamente quiere follar, pero… ¿quién no quiere?
Ártemis, diosa de la caza (yo antiguamente)
El hombre de gafas es oficialmente un cazador... y yo siempre tan cazadora, hoy soy la caza. Tímida, dejándome seducir por un joven que me despierta una curiosidad y un miedo, un deseo y un cuidado... alguien que que sorprende por su osadía, insistencia y tranquilidad, porque al fín y al cabo, es muy dulce, quizás inocente... ¿Seré yo a robarle la inocencia? HUMMM, ¿será él de veras inocente? Sólo hay una manera de saberlo… pero vamos a volver a la cena… que fue muy tranquila, maravillosa en realidad, incluso, aunque tan menor, el hombre de gafas me la pagó (¡Un gesto poco usual, pero muy gentil!).
¿Muy tranquilo el cuento? Ahora viene la parte de la caza/cazador: entre muchos temas amenos, empezamos a hablar de la época en que yo le impartía clases de lengua portuguesa… y él me dijo: “una vez, me abrazaste y me dijiste que si yo fuera mayor, lo pasaríamos muy bien”

¡! ¡! ¡! ¡! ¡! ¡!

Nunca he sido de esa manera, pero...
         ¡Qué locura! ¿Cómo es posible que una profesora le diga eso a un adolescente? Si eso me pasara a mi hijo, ¡yo le procesaría a esa tía sin vergüenza! ¡Eso es asedio! !Y él siquiera llevaba gafas! (Sobretodo yo tenía un novio veinte años mayor en la época - que también había sido mi profesor).

         No obstante, más tarde, en casa, reflejando sobre el hecho (que pasó el dos mil cinco más o menos) me acordé de las miradas curiosas sobre la joven profesora (22 años) que venían principalmente de los chicos de la sala de clase (tenían 12 o 13 añitos). Este hombre de gafas, hoy tan valiente y guapo era uno de los tímidos que no me lanzaba estas miradas… y me acordé: ¡sí! Lo hice y lo hice más de una vez… no porque de veras pensaba en estar con él… ¡pero para ponerles a los otros celosos! No me daba cuenta de que en realidad les agudizaba la gana de conocer mejor a la profe.
         Desafortunadamente, las palabras tienen un poder inimaginable… y al que parece estas que le dije al hoy hombre de gafas nunca le salieron de la cabeza. No le causaron ningún trauma, sin embargo seguramente le trajeron algunos fetiches. ¡JAJAJAJA! Por eso no me voy a lastimar, todo lo contrario: voy a disfrutar… ¡Qué venga el hombre de gafas!
        











Da série: INSANIDADES

Pois é, galere, não poderei cumprir com o prometido de colocar os palhaços no picadeiro porque estou aterrorizada com algo que ouvi hoje ainda que em tom de brincadeira... aí vai:

"Vou jogar ácido na sua cara para te desfigurar, aí a gente vai ficar junto e você vai ver que eu te amo."

Medo.
Medo.
Medo.
Medo.
Medo.
Medo.
Medo.
Medo.
Medo.
Medo.
Medo.
Medo.
Medo.
Medo.
Medo.
Medo.
Medo.
Medo.
Medo.
Medo.